domingo, 10 de abril de 2011

LA IGLESIA NOS HA JODIDO EL LIMBO

       No creo en el Paraíso ni en el Infierno porque no me interesan los premios ni los castigos...me gustaba EL LIMBO que no era ni una cosa ni otra, por eso de que...en ese eclesiástico lugar...la gente normal, los humildes que por serlo son denominados tontorrones, los que no roban, los que van por libre sin pisar a nadie, los tocados, en fin...los considerados anormales, los fuera de sitio , los clínicamente incomprendidos, los desahuciados del coco, los que dicen delante de todos lo que piensan, los políticamente incorrectos, los luchadores pero socialmente perdedores...los comprometidamente solidarios con la pobreza y la miseria, los descreídos, nos encontraríamos con todos nuestros "colegas" diciendo y haciendo lo de siempre...sin darle por culo a nadie, ayudándonos entre todos, queriéndonos entre tontos, haciendo el amor entre tontos, todos muy normalmente tontos...después de muertos por lo menos tontos felices.
      Los listos, los héroes sociales, estarían en el Paraíso disfrutando no se de que y los que se pasaron de listos, en el Infierno quemándose no se cuanto por malos...los del Limbo, los humildes...en el Limbo que ya no es; pues que plan para ser, según nos dicen,  Dios tan bueno sabio y misericordioso.
      Pero la Santa Madre Iglesia que creó ese bendito lugar (esta institución que tiene misterios y dogmas, a los que no alcanza la pobre sabiduría de sus humildes creyentes, pero que doctores para el tema ya tiene)...ha decidido, al igual que lo creó...descrearlo y evidentemente a mi en particular, que me trago últimamente poquitas cosas, me ha dejado jodido...pues a ver ahora en donde proyecto yo mi deseo de trascendencia...mi deseo de infinito...de eternidad...de decir aquí estoy yo eternamente porque me lo merezco ; porque lo del Paraíso, como nos enseñaron...estar feliz eternamente viendo a Dios eternamente y lo del Infierno...ser una especie de solomillo quemándote eternamente...pues que manda güevos como dijo uno.
    Según la primigenia propuesta de nuestra venerada iglesia, cuando existía el Limbo, yo prefería ser tonto con los tontos/tas eternamente porque era un lugar razonable donde no había buenos ni malos, pues lo de ver a Dios eternamente (que tiene que ser cansino digo yo) o terminar como una especie de solomillo a la plancha, también "eternamente" porque  "milagrosamente" no se achicharraría nunca...pues que digo yo, que como que no me convence...no me llena y estéticamente me desagrada el olor a churrasco.
    No me interesa la eternidad de la Iglesia ni de ninguna otra institución, con mis sesenta y cuatro ya me considero eterno, nadie me lo puede quitar, soy eterno en mis hijos y en mi familia...os animo a venir a mi "Limbo" el que no se atreva, el se lo pierde.

                                                       Bormujos-26 de enero del 2011


     

No hay comentarios:

Publicar un comentario